En el anterior blog te contamos como funcionan los ecosistemas marinos mediante las redes tróficas. También hablamos de los arrecifes de coral y de sus miembros fundadores (los pólipos y las zooxantelas).
Ahora ya sabes cómo se organiza un ecosistema, qué papel tiene cada ser vivo dentro de él y cómo se relacionan las algas, los animales y hasta las bacterias entre ellos.
Ahora bien, ¿cómo podemos saber nosotros si un ecosistema es sano, si se encuentra en buen estado, si sus miembros están en equilibrio en esta red trófica y si será un ecosistema que podrá durar muchos años?
Muchos factores amenazan actualmente a los ecosistemas marinos, en especial, el cambio climático, la pesca ilegal y la destrucción de los hábitats. Otros factores pueden ser más invisibles a simple vista, como las enfermedades de especies marinas, el incremento de dióxido de carbono en el mar o la contaminación de las aguas.
Por ello, hoy te vamos a dar algunos tips para que puedas ver si un arrecife de coral está sano o si, por el contrario, se encuentra en peligro y se tendrían que tomar medidas de protección y conservación de este.
Es importante saber detectar todas estas señales, para que en un futuro podamos seguir disfrutando de nuestras inmersiones favoritas en todos los rincones del mundo.
Señales de un arrecife de coral sano
1. Diversidad de especies
Como te contamos en el último post, es muy importante que en un ecosistema haya biodiversidad de especies, es decir, que contenga una gran variedad de especies marinas y de distintos niveles tróficos, desde pequeños invertebrados hasta grandes depredadores.
Esto es así porque, en caso de que una de estas especies sufriera un declive, cuantas más especies contenga el ecosistema y más relaciones haya entre ellas, menos se notará la ausencia de una.
En el caso de que solo existiera una especie productora primaria, por ejemplo, si esta especie desaparece, el resto de animales no tendrían forma de transformar los nutrientes inorgánicos en alimento y morirían.
2. Equilibrio entre especies
De la misma manera que es importante que haya muchas especies distintas, también es importante que se encuentren todas en equilibrio. Cuando un organismo sobrepobla un ecosistema, a menudo suele arrasar con todo, dejando un desierto detrás suyo. Por eso es preferible que haya muchos animales, sí, pero que no sean unos mucho más abundantes que otros.
3. Los colores
¿Te acuerdas de las zooxantelas, esas algas que proporcionan alimentación a los corales? Estas algas son conocidas por sus colores llamativos que adquieren gracias a la fotosíntesis. Ellas son las responsables de la coloración de los corales: amarillo, rojo, morado o verde, sea cual sea el color, es gracias a las zooxantelas que los arrecifes de coral son así de espectaculares.
Cuando hay blanqueamiento de corales, es porque las zooxantelas mueren, debido al incremento de las temperaturas de las aguas, que están demasiado calientes para su gusto. Sin zooxantelas, los corales se quedan sin fuente de alimento y también mueren. Por eso, cuanto más vivo es el color de los corales, más alimento tienen y más sanos estarán.
4. Agua clara
A menudo, cuando buceamos en arrecifes de coral, nos quedamos sin palabras por sus aguas transparentes. Esto es también una señal de que el arrecife es sano, pues muchas veces cuando hay contaminación o un aumento descontrolado de ciertas algas, las aguas se enturbian, dificultando que los corales puedan recibir la luz solar necesaria para realizar la fotosíntesis.
5. Presencia de grandes depredadores
Finalmente, una muy buena señal para saber si un arrecife de coral es sano es la presencia de grandes depredadores como los tiburones.
Si recuerdas el orden de las redes tróficas, los grandes depredadores son los últimos en llegar, pues para que ellos puedan alimentarse, tiene que haber carnívoros, y para que los carnívoros se alimenten, tiene que haber herbívoros, y para que los herbívoros se alimenten…
Supongo que ya entiendes a dónde queremos llegar. Por eso, cuantos más tiburones veas en tu próxima inmersión, ya sabes que será una señal de que hay más alimento para ellos, lo que significa que el arrecife está más lleno de vida y más sano.
Ahora que conoces esta información y sabes lo valiosa que es, hay pequeñas acciones que pueden marcar la diferencia para proteger estos ecosistemas. Una de ellas es tan simple como compartirla con tus colegas amantes de la vida marina. Y ahora te preguntamos: ¿te animas a ponerlo en práctica en tu próxima inmersión?
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